lunes, 3 de mayo de 2010

El hastío en pavorreal


Alma ha dejado crecer el interés de Guillermo a grados matrimoniales. Un beso apasionado será el detonante para que Guillermo lance todas sus baterías. Alma no está preparada para andar con él, mucho menos para comprometerse en matrimonio.
Servando Picaso alerta a don Manuel de los negocios turbios de su hijo Manuelito y el sindicalista Alvarez.
Josefina, esposa de Manuel Jr., abandona su hogar ante la evidencia del amasiato de su esposo con la secretaria, Jenny.
Andrea Valerdi acepta estar enamorada de Raúl, de quien recibe una respuesta menos entusiasta.
En una fiesta popular de la estación, la presentación multitudinaria de Paco Trejo, ocurren incidencias entre Manuel Jr. y Alvarez, el sindicalista. Manuel, decepcionado por el abandono de su esposa y madre de “sus hijos”, agarra tremenda juerga con la peor compañía, y durará varios días.

Fade in Si partir es morir un poco, morir es partir bastante, dice sobre Daniel Santos su biógrafo Víctor Hurtado Oviedo. Detestaba los entierros, pero supo no faltar al suyo. Daniel nunca sintió la extraña vocación del yoga de entregar el cuerpo al placer espiritual. Donó su voz al encanto lírico de los vencidos y al pobre que viene al mundo con hambre de derrota. Cantó a la alegría sin un por qué y también celebró el bolero como una misa negra. Hombre rebelde y camusiano sin saberlo, fue como un poeta maldito, como un Baudelaire hirviente en los calores del trópico, que padeció la gran tragedia de no hallarse: ni en la fiesta, ni en el matrimonio, ni en el trago, ni en el viaje, ni en el pleito; ni siquiera en la propia rebeldía, que suele ser madre y maestra de la dignidad. Fade out


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